En el nombre del cine

Dos críticos con una visión del cine particular y a veces contrapuesta.

jueves, noviembre 16, 2006

Scoop, comedia menor de Allen


No sé por qué manías prejuiciosas que todos tenemos en mayor o menor medida, siempre me negaba a echarle un ojo a las películas de Woody Allen. Manías irracionales o simple escepticismo ante la valía del cine del clarinetista de Manhattan, refrendada por esa corriente de admiradores que tiene rendidos a sus pies. Con el tiempo me he acercado a su obra, y después de ver 11 de sus filmes, reconozco en este director una mirada inteligente y original que me anima a seguir descubriendo cosas nuevas en el resto de sus películas. Sean más encendidos o menos los elogios hacia sus largometrajes, no hay duda de que Allen es un tipo necesario en el panorama cinematográfico, y que su costumbre de realizar un nuevo trabajo cada año, a su edad, es una tarea muy meritoria.

Scoop supone su proyecto de 2006. Se trata de una comedia ligera similar a las que Woody Allen solía abordar en la primera etapa de su carrera, y que utiliza como pretexto argumental una trama de asesinatos en serie investigados por una aspirante a periodista (Scarlett Johansson) y un veterano mago (el propio director). Claro que lo que a Allen le interesa no es enredarse en un argumento intrincado de misterio ni jugar con el suspense, sino aprovechar la situación para crear una historia divertida más basada en los diálogos que en las situaciones. Aunque cuenta con algunas escenas logradas, como la que abre el filme y lo cierra, estos gags visuales resultan menos eficaces que las frases propias de la verborrea del personaje de Allen, al que por otro lado ya tenemos demasiado visto.

Londres vuelve a ser el escenario elegido por el director para desarrollar la historia, como ya lo fuera en su anterior, y superior, Match point. Allen sabe reflejar bien el tema de la clase alta inglesa, pero tampoco profundiza demasiado ni aprovecha el juego que podría dar en una comedia. En realidad, no profundiza en nada. Lo fía todo a la pura comedia, y a Scoop le perjudica no estar respaldada por una historia que, al menos, mantenga el interés cuando los momentos cómicos no funcionan.

Los actores hacen un buen trabajo. Hugh Jackman, como principal sospechoso de los crímenes, me demostró que sabe interpretar. Tenía yo algunas dudas sobre su capacidad ante las cámaras.

La Johansson también evidencia que tiene dotes para la comedia. Su personaje de periodista nerviosa e ingenua le hace explorar unos registros que no son habituales en su trayectoria. En este caso, resuelve la papeleta de forma convincente. No me cabe duda de que es buena actriz (ya lo demostró en Lost in translation y La joven de la perla, por ejemplo), y sabe elegir proyectos muy diferentes. Lo que demuestra que además es inteligente en la forma que tiene de labrarse su carrera. Y encima está como está la chica. Casi nada.

En conclusión, Scoop es una comedia para pasar el rato, que recuerda a trabajos anteriores de Woody Allen como Misterioso asesinato en Manhattan y La maldición del escorpión de Jade. Gustará más a los que tenga la risa fácil y no engatusará a los paladares exigentes.

Le doy un 6,5, a la altura de los Infiltrados de Scorsese, aunque una y otra no tengan absolutamente nada que ver.

1 Comments:

  • At 9:27 p. m., Blogger Shiba said…

    Coincido contigo en casi todo. Soy fan de Allen desde hace tiempo y "Scoop" fue demasiado poco para mí. La historia nadaba en el autoplagio (con las referencias que dices, de sobra) y la pareja no echaba chispitas. En fin, aún así, la peor de Woody es mejor que muchas otras películas que hay por cartelera.

    Saludos!

     

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